miércoles, 19 de octubre de 2016

CAPITULO DEL LIBRO "MI MENSAJE" DE EVITA

CAPITULO CINCO DEL LIBRO "MI MENSAJE" : LOS FANÁTICOS.





"(...) Solamente los fanáticos -que son idealistas y son sectarios- no se entregan.
Los fríos, los indiferentes, no deben servir al pueblo, porque no pueden servirlo aunque quieran.
Para servir al pueblo hay que estar dispuestos a todo, incluso a morir.
Los fríos no mueren por una causa sino por casualidad.
Los fanáticos sí.
Me gustan los fanáticos y todos los fanatismos de la historia.
Me gustan los héroes, y los santos, y los mártires, cualquiera sea la causa y la razón de su fanatismo.
El fanatismo convierte a la vida en un morir permanente y heroico; pero es el único camino que tiene la vida para vencer a la muerte.
Por eso soy fanática.
Daría mi vida por Perón y por el pueblo.
Porque estoy segura que solamente dándola me ganaré el derecho de vivir en ellos para toda la eternidad.
Así, fanáticas quiero que sean las mujeres de mi pueblo y fanáticos los trabajadores y los descamisados.
El fanatismo es la única fuerza que Dios le dejó al corazón para ganar sus batallas.
Es la gran fuerza de los pueblos: la única que no poseen sus enemigos, porque ellos han suprimido del mundo todo lo que suene a corazón.
Por eso los venceremos.
Ellos tienen dinero, privilegios, jerarquías, poder, riquezas.
Pero no podrán ser nunca fanáticos.
Porque no tienen corazón.
Nosotros sí.
Ellos no pueden ser idealistas porque las ideas tienen su raíz en la inteligencia pero los ideales tienen su pedestal en el corazón.
Ellos no pueden ser fanáticos porque las sombras no pueden mirarse en el espejo del sol.
Frente a frente, ellos y nosotros, ellos con todas las fuerzas del mundo y nosotros con nuestro fanatismo, siempre venceremos nosotros.
Tenemos que convencernos para siempre.
El mundo será para los pueblos si los pueblos decidimos enardecernos en el fuego sagrado del fanatismo, pero enardecernos significa quemarnos para poder quemar, sin escuchar la sirena de los mediocres y de los imbéciles que nos hablan de prudencia.
Ellos que hablan de la dulzura y del amor se olvidan que Cristo dijo: – ¡Fuego he venido a traer sobre la tierra y que más quiero sino que arda!
El nos dio un ejemplo divino de fanatismo.
¿Qué son a su lado los eternos predicadores de la mediocridad?"

Atte: SOMOS PERONISMO

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