sábado, 24 de diciembre de 2016

MENSAJE DE NAVIDAD

QUERIDOS LECTORES Y COMPAÑEROS:



Desde SOMOS PERONISMO, les deseamos una muy feliz nochebuena y navidad, que el redentor los ilumine y la pasen junto a su familia.

Le dejamos una pequeña frase de Perón:
“Entrando en el día del Redentor, de frente a mi Patria, deseo hacer llegar a todos los argentinos mis mejores deseos de felicidad y la paz necesaria que nos permita trabajar unidos y solidarios para una Argentina socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana”
Juan Domingo Perón.
Atte: SOMOS PERONISMO

viernes, 23 de diciembre de 2016

DISCURSO DE PERÓN EN DICIEMBRE DE 1973

POR UN PUEBLO FELIZ:



"La misión del que gobierna un país es muy simple, sumamente
simple: la obligación fundamental de un hombre de gobierno
es hacer la felicidad del pueblo y labrar la grandeza futura
de la Nación: Cuando el gobierno cumple esos dos aspectos,
lo demás es todo secundario. Hay que tener un pueblo feliz,
sin hesitaciones y sin apuros, trabajando tranquilamente por labrar
esa grandeza a lo largo del tiempo. No hay que sacrificar
·una generación para que otra pueda disfrutar, que es ya un
cuento muy viejo y conocido. Debemos trabajar despacio, en un
ambiente de felicidad y de dignidad en esa tarea, porque así,
"piano, piano", llegaremos en los años, y si no, en los siglos, a
labrar la grandeza de la Nación. ·
Por eso, compañeros, cuando debemos hablar de sueldos, o sea de salarios y precios, tenemos que considerar todos estos
aspectos. No podemos lanzarnos a perturbar -diremos- una
acción que se, va realizando. Yo jamás le he prometido al pueblo
argentino nada que no haya sido capaz de cumplir. Hasta ahora,
jamás he prometido en vano. Y yo prometo acá, bajo mi palabra,
que nosotros, en este Plan Trienal que iniciamos, vamos a poner
a punto toda una situación nacional en donde tanto la felicidad
dél pueblo como la grandeza de la Nación se vayan realizando
paulatinamente. ,
Pensamos que todo esto es posible. Claro que hay algunos
que no quieren que así sea, pero de esos no nos ocupamos; a
esos los dejamos, porque no van a hacer tampoco nada.Cuando
nosotros nos pongamos en marcha, en la forma en que el país
está decidido a hacerlo, lo haremos con paz, con justicia y con
libertad. Somos una aplanadora y el día que nos pongamos en
marcha ¡pobre del que se ponga adelante!
Los trabajadores argentinos tienen mi palabra en ese sentido.
Yo les aseguro que volveremos nuevamente ,a los tiempos en que todo el mundo estaba feliz y tranquilo y en que el pueblo tenía un poder adquisitivo suficiente como para vivir en orden con dignidad y felicidad."

Atte: Somos Peronismo  

martes, 20 de diciembre de 2016

EVA PERÓN SALUTACIÓN DE NAVIDAD

MENSAJE DE NAVIDAD DE EVITA:


  

 "Todos los años, la Nochebuena nos reúne en el hogar inmenso de la Patria. Y como si fuese una cosa ritual e imprescindible siento la imperiosa necesidad de hablar con mi corazón para todos los corazones amigos de la gran fraternidad justicialista. Esta noche hacemos una tregua de amor en el camino de nuestras luchas y de nuestros afanes; y sólo pensamos en las cosas buenas y bellas que nos ha regalado la vida en el año que se acaba hundiéndose ya como un cometa en el horizonte de la eternidad, dejándonos una estela de recuerdos en el alma. En todos los hogares del mundo, hombres y mujeres, ancianos y niños de todos los pueblos, en este mismo instante maravilloso están rindiendo homenaje al amor y están encendiendo en sus corazones las lámparas votivas de sus mejores recuerdos. ¿Por qué no hacer lo mismo nosotros en este inmenso hogar que es nuestra tierra? ¿Acaso no somos una gran familia? Preside la mesa invisible de nuestra Nochebuena la figura de Perón, nuestro líder, nuestro conductor y nuestro amigo. Aquí está, sobre todos nosotros, mirando más allá del horizonte, con la mano firme puesta sobre el timón de nuestros destinos y con su corazón extraordinario, pegado a los sueños y a las esperanzas de su pueblo, Sobre todos nosotros, que somos y que nos sentimos hermanos porque nos une el vínculo de los mismos ideales y de los mismos amores. Por eso; porque somos y porque nos sentimos una inmensa familia y porque no podemos evadirnos del sortilegio maravilloso que en esta noche embarga el corazón de todas las familias del mundo, nosotros nos reunimos también en esta medianoche del amor y del recuerdo, para rendir precisamente nuestro homenaje al amor y para dejarnos llevar por los recuerdos del año que ya empieza a morir. Por eso estas palabras mías se atreven a romper el bullicio o el silencio de la noche, se animan a llegar con su mensaje al corazón de todos los hogares que quieren recibirlas con cariño y se derraman así sobre la mesa invisible de la Patria Nueva, como un canto de amor y de esperanza. Lo primero que se me ocurre es agradecer a Dios, porque en medio de un mundo casi definitivamente olvidado del amor, nosotros creemos en su poder y en su fecundidad, y nos permitimos anunciar la buena nueva de su advenimiento por el camino del Justicialismo. Por eso nos regocijamos y nos alegramos en la fiesta de esta noche. Hace diecinueve siglos y medio Dios eligió a los humildes pastores de Belén para anunciar el advenimiento de la paz a los hombres de buena voluntad. Sobre aquél mensaje, los hombres de mala voluntad han acumulado diecinueve siglos y medio de guerras, de crímenes, de explotación y de miseria, precisamente a costa del dolor y de la sangre de los pueblos humildes de la tierra. Y cuando todo parecía perdido, acaso definitivamente, nosotros, un pueblo humilde, a quien la soberbia de los poderosos llamó "descamisado"; nosotros, un pueblo que repite en su generosidad, en su sencillez, en su bondad, la figura de los pastores evangélicos, hemos sido elegidos entre todos los pueblos y entre todos los hombres, para recoger de las manos de Perón, bañado en el fuego de su corazón e iluminado por sus ideales de visionario, el antiguo mensaje de los ángeles. Salvando las distancias y remedando el cántico antiguo, podríamos decir que Dios ha hecho grandes cosas entre nosotros, deshaciendo la ambición del corazón de los soberbios, derribando de su trono a los poderosos, ensalzando a los humildes y colmando de bienes a los pobres. Por eso la Nochebuena nos embarga el corazón con la armonía de sus encantos prodigiosos, porque la Nochebuena es nuestra, es la noche de la humildad, la noche de la justicia. Y el Justicialismo que Perón nos ha enseñado y nos ha regalado como una realidad maravillosa de sus manos, es precisamente eso, algo así como el eco vibrante del anuncio que recibieron los pastores o como el reflejo encendido de la estrella que señaló, en la noche de los hombres, el divino amanecer de una redención extraordinaria.Esta noche también sentimos que empieza ya a morir el año que termina. Por eso nos gusta rememorar las alegrías y las penas que nos trajo sobre el hombro de sus días y de sus semanas, y hasta los dolores ya sobrepasados nos parecen esta noche menos amargos. Acaso, precisamente, porque ya son recuerdos. Este año que se va nos ha dejado la marca de su paso en el corazón y lo mismo que en todos estos años que van pasando sobre nosotros, bajo la mirada y la protección serena de Perón, la de 1951 es una marca de felicidad. Yo sé que dentro de muchos años, cuando en esta misma noche los argentinos se dejen acariciar por el recuerdo y retornen sobre sus alas al pasado, llegarán a estos años de nuestra vida y dirán melancólicamente: entonces éramos más felices, Perón estaba con nosotros. Porque la verdad, la indudable verdad es que todos somos ahora más felices que antes de Perón. No tanto por los bienes materiales que poseemos, cuanto por la dignidad que nos dio con su esfuerzo infatigable. Si nuestra felicidad residiese solamente en las riquezas materiales, no tendríamos derecho a ser dichosos. Pero nos sentimos felices porque en el seno de la gran familia justicialista que formamos, todos somos hijos iguales de la misma Patria, con los mismos derechos y los mismos deberes. Nos mide a todos, con la misma medida, la vara de la misma justicia. Nos ampara la bandera enhiesta de la dignidad y nos abraza la generosidad paternal del mismo amor que brota del corazón inigualable de Perón. Ahora sí podemos abrir nuestro corazón a la palabra ardiente del amor y comprendemos el verdadero sentido de la fraternidad. No queremos vanagloriarnos con orgullo de lo que somos ni de lo que tenemos, pero en esta noche, propicia para los aspectos del corazón, sentimos la necesidad de decirle a los hombres y mujeres del mundo el sencillo secreto de nuestra felicidad, que consiste en poner la buena voluntad de todos para que reinen la justicia y el amor. Primero la justicia, que es algo así como el pedestal para el amor. No puede haber amor donde hay explotadores y explotados. No puede haber amor donde hay oligarquías dominantes llenas de privilegios y pueblos desposeídos y miserables. Porque nunca los explotadores pudieron ser ni sentirse hermanos de sus explotados y ninguna oligarquía pudo darse con ningún pueblo el abrazo sincero de la fraternidad. El día del amor y de la paz llegará cuando la justicia barra de la faz de la tierra a la raza de los explotadores y de los privilegiados, y se cumplan inexorablemente las realidades del antiguo mensaje de Belén renovado en los ideales del Justicialismo Peronista: Que haya una sola clase de hombres, los que trabajan;Que sean todos para uno y uno para todos;Que no exista ningún otro privilegio que el de los niños;Que nadie se sienta más de lo que es ni menos de los que puede ser;Que los gobiernos de las naciones hagan lo que los pueblos quieran;Que cada día los hombres sean menos pobres yQue todos seamos artífices del destino común. Para que todo esto se consolide como una realidad duradera entre nosotros, seguiremos luchando con Perón, al pie de sus banderas victoriosas, hasta el último aliento que nos dé la vida. En este año que se acaba, hemos conseguido que Perón nos acompañe otra vez y nos conduzca, en una nueva etapa de la Patria; y nos disponemos a rodearlo con nuestro cariño y ayudarlo con nuestro esfuerzo, para que se cumplan todos los sueños de su corazón. Yo seguiré a su lado, brindándole también mi cariño, por todos los que lo quieren y cuidando sus espaldas para salvarlo del odio de sus enemigos. Seguiré a su lado con todos ustedes, mis amigos descamisados, mis compañeros trabajadores; con todos los que se sientan peronistas de corazón. Seguiré a su lado como la simple y humilde mujer que renunció a todos los honores, porque le gustaba más que su pueblo la llamase cariñosamente: Evita. Con mis últimas palabras, llega el momento de los augurios y de los deseos. Aquí, a mi lado, en la cabecera de la mesa familiar que nos reúne a todos bajo el cielo estrellado de la Patria, está nuestro conductor y nuestro líder.El primer deseo de mi brindis es para él: que sea siempre feliz, que lo acompañe siempre el cariño de todos ustedes, por muchos años, hasta el fin de sus años, porque se lo merece como premio de sus afanes y sus sacrificios. El otro augurio de mi brindis es para mi pueblo, para todos ustedes; y no puedo expresarlo de otra manera que deseándoles sencillamente que sean muy felices, cada vez más felices. Y por fin, yo me permito reunir simbólicamente la copa con que brinda cada uno de ustedes con mi propia copa, que contiene la misma sidra humilde, con la misma sencillez de nuestro corazón. Levanto al cielo con ella los deseos, los sueños y las esperanzas de todos, para que en esta noche prodigiosa el amor infinito los toque con la vara de sus milagros y los convierta en realidad."
 Atte:SOMOS PERONISMO

lunes, 19 de diciembre de 2016

DISCURSO DE PERÓN 24 DE SEPTIEMBRE DE 1945


A LOS OBREROS METALÚRGICOS:





“Yo marcho por la picada que conduce a la justicia, a la verdad,
porque por ella hemos de llegar al éxito sin violencias.
Hemos querido asegurar la mayor libertad de expresión, porque cree-
mos que la libertad es lo más hermoso que el hombre tiene. Pero cuan-
do de ella se pasa a la licencia, suele volverse en contra del que la
disfruta en demasía llevándolo al vicio de la disgregación y la anarquía.
La libertad hay que asegurarla a golpe de trabajo, dando primero al
hombre su libertad económica, que es fundamental. Nosotros no so-
mos partidarios de la libertad unilateral que se tiene desde hace tanto
tiempo, dentro de la cual el rico tiene libertad para hacer todo lo que
quiera y el pobre tiene una sola libertad: la de morirse de hambre. Por
eso nosotros defendemos la libertad en la que el obrero tenga medios
de subsistencia y de decoro necesarios para vivir dignamente.
Conseguida esa libertad, las otras van a venir absolutamente solas,
porque en una tierra donde el hombre es libre, la colectividad y el país
también lo son.
Para terminar, quiero darles un consejo: Piensen que cuando los gre-
mios son unidos y firmes, obtienen lo que en justicia les corresponde.
El gremio unido es una garantía para el mantenimiento de lo conquista-
do y para la esperanza de lo que aún resta por lograr. Así, bien unidos,
luchen y luchen enérgicamente por mantener las conquistas obtenidas
y prepárense para la lucha futura en pos de la conquista de lo que to-
davía falta obtener.”

Atte: SOMOS PERONISMO 

FRASE DE LA COMPAÑERA EVITA


Atte: SOMOS PERONISMO

sábado, 17 de diciembre de 2016

CAPITULO DEL LIBRO "MI MENSAJE


CAPITULO CATORCE: "LOS ALTOS CÍRCULOS"


Por Eva Perón:



Me rebelo indignada con todo el veneno de mi odio o con todo el incendio de mi amor -no lo sé todavía- en contra del privilegio que constituyen todavía los altos círculos de las fuerzas armadas y clericales. Tengo plena conciencia de los que escribo.Yo sé lo que sienten y lo que piensan de esos círculos los hombre y mujeres humildes que constituyen el pueblo, ¡todos los pueblos de la humanidad!Yo no los conozco “personalmente”.Aunque “personalmente” me combatieron y me combaten como enemiga declarada de sus propósitos y de sus intenciones.En el fondo de mi corazón yo no deseo otra cosa que salvarlos de mi acusación, señalándoles el camino del pueblo por donde llega el porvenir de la humanidad.Yo sé que la religión es el alma de los pueblos; y que a los pueblos les gusta ver en sus ejércitos la fuerza pujante de sus muchachos como garantía de su libertad y como expresión de la grandeza de su Patria.Pero yo sé también que a los pueblos le repugna la prepotencia militar que se atribuye el monopolio de la Patria y que no concilian la humildad y la pobreza de Cristo con la fastuosa soberbia de los dignatarios eclesiásticos que se atribuyen el monopolio absoluto de la religión.La Patria es del pueblo lo mismo que la religión.No soy antimilitarista ni anticlerical; en el sentido que quieren hacerme aparecer mis enemigos.Lo saben los humildes sacerdotes del pueblo que también me comprenden a despecho de algunos altos dignatarios del clero rodeados y cegados por la oligarquía.También lo saben los hombres honrados que en las fuerzas armadas no han perdido contacto con el pueblo.Los que no quieren comprenderme son los enemigos del pueblo metidos a militares.Estos no.Ellos desprecian al pueblo y por eso lo desprecian a Perón que siendo militar abrazó la causa del pueblo, aún a costa de abandonar en cierto momento su carrera militar.Yo veo no sólo el panorama de mi propia tierra.Veo el panorama del mundo y en todas partes pueblos sometidos por gobiernos que explotan a sus pueblos en beneficio propio o de lejanos intereses.Y detrás de cada gobierno impopular he aprendido a ver ya la presencia militar, solapada y encubierta o descarada y prepotente.En este mensaje de mis verdades, no puedo callar, esta verdad irrefutable que se cierne como la más grande sombra cubriendo los horizontes de la humanidad.Es necesario que los pueblos destruyan los altos círculos de sus fuerzas militares gobernando a las naciones.¿Cómo?Abriendo al pueblo sus cuadros dirigentes.Los ejércitos deben ser del pueblo y servirlo; deben servir a la causa de la justicia y la libertad.Es necesario convencerlos de que la Patria no es una geografía de fronteras más o menos dilatadas sino el pueblo.La Patria sufre o es feliz en el pueblo que la forma.En la hora de nuestra raza, ¡en la hora de los pueblos!La Patria alcanzará su más alta verdad.Es necesario que los ejércitos del mundo defiendan a sus pueblos sirviendo la causa de la justicia y de la libertad.Solamente así se salvarán de caer en el odio contra eso que antes se llamaba Patria, y que era una mentira más, ¡una bella mentira que inventó la oligarquía cuando empezó a vender la dignidad del pueblo, es decir, la dignidad augusta y maravillosa de la Patria!

Atte: SOMOS PERONISMO 

jueves, 15 de diciembre de 2016

DISCURSO DE PERÓN 30 DE JULIO DE 1945

ANTE LA ASOCIACIÓN DE EMPLEADOS DE MOLINOS HARINEROS:

Unidad nacional.




“Hemos sostenido desde hace dos años la necesidad de que los
argentinos nos unamos para resolver el problema argentino; y ellos pre-
fieren irse en direcciones distintas de la dirección de la Patria. Hemos
sostenido la necesidad de unirnos para hacer más grande este país con
nuestra unidad, pero esa unión solo puede ser posible a costa de equi-
librar un poco las desgracias y equilibrar también la felicidad.
Pensamos que cada uno de los argentinos ha de tener en el futuro un
poco de la responsabilidad de lo que pase en el país. No hay hombre
que pueda salvar la Patria si no es capaz de aglutinar la voluntad de
todos los argentinos para salvarla; pero para aglutinar a todos los ar-
gentinos será necesario que muchos se despojen de su avaricia y sepan
repartir con los hermanos de la tierra, lo que hayan podido conseguir de
mas en su paso por la vida.”
Atte: SOMOS PERONISMO 

COMPAÑEROS: COMPARTO LA FRASE DEL DÍA DE LA COMPAÑERA EVITA.


Atte: SOMOS PERONISMO

miércoles, 14 de diciembre de 2016

¡FRASE DEL DÍA!


Atte: SOMOS PERONISMO

EVA PERÓN "LA RAZÓN DE MI VIDA", CAPITULO SEIS

"MI DÍA MARAVILLOSO"


 

"En todas las vidas hay un momento que parece definitivo.Es el día en que una cree que ha empezado a recorrer un camino monótono, sin altibajos, sin recodos, sin paisajes nuevos. Una cree que, desde ese momento en adelante, toda la vida ha de hacer ya siempre las mismas cosas, ha de cumplir las mismas actividades cotidianas, y que el rumbo del camino está en cierto modo tomado definitivamente.Eso, más o menos, me sucedió en aquel momento de mi vida.Dije que me había resignado a ser víctima. Más aún: me había resignada a vivir una vida común, monótona, que me parecía estéril pero que consideraba inevitable. Y no veía ninguna esperanza de salir de ella. Por otra parte, aquella vida mía, agitada dentro de su monotonía, no me daba tiempo para nada.Pero, en el fondo de mi alma, no podía resignarme a que aquello fuese definitivo.Por fin llegó “mi día maravilloso”.Todos, o casi todos, tenemos en la vida un “día maravilloso”.Para mí, fué el día en que mi vida coincidió con la vida de Perón.El encuentro me ha dejado en mi corazón una estampa indeleble; y no puedo dejar de pintarla porque ella señala el comienzo de mi verdadera vida.Ahora sé que los hombres se clasifican en dos grupos:uno, grande, infinitamente numeroso, es el de los que afanan por las cosas vulgares y comunes; y que no se mueven sino por caminos conocidos que otros ya han recorrido. Se conforman con alcanzar un éxito. El otro grupo, pequeño, muy pequeño, es el de los hombres que conceden un valor extraordinario a todo aquello que es necesario hacer. Estos no se conforman sino con la gloria. Aspiran ya el aire del siglo siguiente, que ha de cantar sus glorias y viven casi en la eternidad.Hombres para quienes un camino nuevo ejerce siempre una atracción irresistible. Para Alejandro fué el camino de Persia, para Colón el camino de las Indias, para Napoleón el que conducía al imperio del mundo, para San Martín el camino llevaba a la libertad de América.A esta clase de hombres pertenecía el hombre que yo encontré.En mi país lo que estaba por hacer era nada menos que una Revolución.Cuando la “cosa por hacer” es una Revolución, entonces el grupo de hombres capaces de recorrer ese camino hasta el fin se reduce a veces al extremo de desaparecer.Muchas revoluciones han sido iniciadas aquí y en todos los países del mundo. Pero una Revolución es siempre un camino nuevo cuyo recorrido es difícil y no está hecho sino para quienes sienten la atracción irresistible de las empresas arriesgadas.Por eso fracasaron y fracasan todos los días revoluciones deseadas por el pueblo y aún realizadas con su apoyo total.Cuando la segunda guerra mundial aflojó un poco la influencia de los imperialismos que protegían a la oligarquía entronizada en el gobierno de nuestro país, un grupo de hombres decidió hacer la Revolución que el pueblo deseaba.Aquel grupo de hombres intentaba, pues, el camino nuevo; pero después de los primeros encuentros con la dura realidad de las dificultades, la mayoría empezó a repetir lo mismo de otras revoluciones... y “la Revolución” fué quedando poco a poco en medio de la calle, en el aire del país, en la esperanza del pueblo como algo que todavía era necesario realizar.Sin embargo, entre los gestores de aquel movimiento, un hombre insistía en avanzar por el camino difícil.Yo lo vi aparecer, desde el mirador de mi vieja inquietud interior. Era evidentemente distinto de todos los demás. Otros gritaban “fuego” y mandaban avanzar.El gritaba “fuego” y avanzaba él mismo, decidido y tenaz en una sola dirección, sin titubear ante ningún obstáculo.En aquel momento sentí que su grito y su camino eran mi propio grito y mi propio camino.Me puse a su lado. Quizás ello le llamó la atención y cuando pudo escucharme, atiné a decirle con mi mejor palabra:Si es, como usted dice, la causa del pueblo su propia causa, por muy lejos que haya que ir en el sacrificio no dejaré de estar a su lado, hasta desfallecer.El aceptó mi ofrecimiento.Aquél fué “mi día maravilloso”.

Atte: SOMOS PERONISMO 

martes, 13 de diciembre de 2016

¡Nuevo Diseño!


www.somosperonismo.blogspot.com

Somos Peronismo 2016/2017


DISCURSO DE PERÓN 1 DE MAYO DE 1944

LA DIGNIDAD DEL TRABAJO:


Por Juan Domingo Perón: 


“Deseamos también desterrar de los organismos gremiales a los extre-
mistas, para nosotros, de ideologías tan exóticas, ya representen un
extremo como otro; porque es lo foráneo a lo que nosotros, los argen-
tinos, no hemos jamás sentido inclinación ni apego; y porque ellos, con
su sedimento de odios ancestrales, nos traen sus problemas que no
nos interesan ni nos atañen. Nosotros buscamos la unión de todos los
argentinos y por eso anhelamos disponer de un capital argentino, para
que, en armonía con el trabajo, formen la base de nuestra grandeza
industrial y del bienestar colectivo.
Luchamos porque ese trabajo sea considerado con la dignidad que me-
rece, para que todos sintamos el deseo y el impulso de honramos tra-
bajando y para que nadie que esté en condiciones de trabajar viva sólo
para consumir.
Por eso sostenemos la necesidad de que todo el que trabaja obtenga
una comprensión moral y material que le asegure el bienestar a que to-
dos tenemos derecho, como asimismo consideramos indispensable que
las labores se ejerzan en un régimen humano y feliz con sus descansos
reparadores, en medios higiénicos, sanos y seguros y, sobre todo, den-
tro de una dignidad y respeto mutuos”
“Nosotros no aceptamos intermediarios entre los obreros y los patro-
nes. Exigimos trabajadores auténticos para tratar, como también exi-
gimos patrones auténticos para suscribir todos aquellos acuerdos que
van directamente a establecer la armonía entre el capital y el trabajo sin
la cual, necesariamente, sobreviene la anarquía que destruye el trabajo
y los valores que el mismo crea en el país.
Por eso me vaya permitir aquí dar un consejo a ustedes, que en su
mayor parte son los dirigentes de las agrupaciones de esta zona de la
provincia. Piensen siempre que las agrupaciones gremiales que defien-
den los intereses de los obreros deben estar perfectamente organiza-
das, para que no se introduzcan esos falsos apóstoles que se hacen
pasar por dirigentes obreros. Elijan ustedes sus propios conductores
entre los hombres más capacitados y, sobre todo, entre los más leales
y sinceros servidores de la masa. Mantengan una absoluta disciplina
gremial; obedezcan a sus dirigentes bien intencionados. Y sobre todas
las cosas, no permitan que dentro de las agrupaciones se introduzca la política, que es el germen más disolvente de todas las organizaciones obreras.”
“Nosotros deseamos que en esta tierra no haya más que argentinos
unidos por el gran sentimiento de la nacionalidad, sin el cual difícilmen-
te llevaremos a buen puerto a este país grandioso y rico, que todos
los días debería dar gracias a Dios por haber recibido a manos llenas
los bienes y riquezas de que dispone. Pero existe el peligro de que esa
riqueza en potencia no fructifique y se transforme con el tiempo en
miseria y pobreza. Si nosotros no somos capaces de cultivar, dentro
de nosotros mismos, esa mayor riqueza que representan los bienes
espirituales, que son los únicos eternos y los únicos que hacen grande
a la patria, esa unidad que anhelamos ese acendramiento espiritual y
esa armonía de las diferencias entre poderosos y humildes no podrá
ser alcanzada.
En esta tierra, ningún hombre debe sentirse olvidado por el Estado: ni el
capitalismo extranjero, que explota a la masa, ni la masa, que se siente
injustamente explotada por hábiles financistas internacionales que han
hecho de nuestra Patria un cuerpo disociado que nosotros hemos de
cohesionar a la luz de un solo sentimiento: el de la nacionalidad.
 Cada uno de ustedes debe sentirse indispensable, porque el más hu-
milde de los hombres juega un rol importante, pues constituye la célula
que ha de unirse a las demás para salvar a la Patria en los momentos en
que se halla en peligro y para elaborar permanentemente su grandeza.
Si en esta tierra cada uno no se siente indispensable y útil, poco podre-
mos, hacer nosotros, aunque unamos al pueblo en todos los confines
de la Nación. Cada uno de ustedes debe sentirse, en todo momento,
un argentino que, sumado a los demás, forme los catorce millones de
criollos que dan alma y fuerza a la nacionalidad.
Finalmente, hemos dicho que trabajamos para todos los argentinos: y
ésa es también una verdad real. Trabajar para todos los argentinos es
hacer lo que acabo de expresarles. Tratar de unirlos, para que no exista
en el orden interno ni en el orden externo una fuerza capaz de separa-
dos, es nuestra tarea. De este modo, si llegare el día que la Patria nos
llame, podamos morir unidos por ella, si es preciso. “

Atte: SOMOS PERONISMO 

domingo, 11 de diciembre de 2016

28 DE JULIO DE 1948 PARTE DE DISCURSO DE EVA PERÓN

EVA PERÓN SE REFIERE A LA JUSTICIA SOCIAL EN UN DISCURSO:



"(...)La felicidad de un pueblo, en cuanto se refiere a sus medios de vida, se logra con una adecuada legislación en materia de justicia social y una equitativa distribución de la ayuda social. Porque resulta innegable que ésta es complemento de aquélla. La justicia social juega en el orden de los seres aptos para el trabajo, puesto que los que dejan de serlo, ya sea por accidentes, por enfermedad o por causa que la ley contempla, no quedan jamás desamparados. La ayuda social, en cambio, va dirigida a otro sector humano, que el Estado y la sociedad no pueden ni deben ignorar. Es un deber de solidaridad humana que supera todo prejuicio.
La ayuda social que llega, que se suministra racionalmente, previo examen de las condiciones de vida del que la recibe, protege y estimula. La limosna, dada para satisfacción de quien la otorga, deprima y aletarga. La ayuda social, honestamente practicada, tiene virtudes curativas. La limosna prolonga la enfermedad. La ayuda social está destinada a mitigar necesidades y restituir a la sociedad, como elementos aptos, a los descendientes de los desamparados.(..)"
Atte: SOMOS PERONISMO 

viernes, 9 de diciembre de 2016

28 DE AGOSTO DE 1944 PERÓN RESPONDE A PETITORIO DE TRABAJADORES PORTURARIOS

EL ROL DE LOS DIRIGENTES SINDICALES:


“Los trabajadores no han contado siempre con buenos dirigentes
que buscaran el bien de la masa; muchos de ellos perseguían única-mente la satisfacción de su interés personal y dividían a los obreros en
sectas que no obedecían al gremialismo, sino a ideologías extraídas a
él. Estos verdaderos piratas del gremialismo han fomentado la lucha
ficticia, moviendo a partes del gremio contra los patrones en perjuicio
del conjunto y sólo en beneficio de ellos mismos.
Lo que no queremos es la lucha en medro de estos aprovechados. Por
el contrario, auspiciamos la unión de todos los argentinos.
Por eso es que les aseguro que, en las luchas gremiales argentinas, no han sido siempre los patrones los culpables, sino los propios obreros,
que han entregado a sus camaradas a esos audaces. Cuál es el remedio
a todo esto? Desde que yo estoy en esta casa, he buscado por todos los
medios la unión absoluta de los gremios. Y por esto dicen que yo soy
nazi. No me importa lo que puedan decir de mí, porque respondo de mis
actos ante un solo juez: mi conciencia. De manera que los que pretenden
molestarme endosándome motes más o menos desagradables pierden
totalmente su tiempo. Yo sé lo que busco. Yo sé lo que quiero. Yo sé
adónde voy.
Para nosotros, la unidad gremial es la base de todo; y nosotros defen-demos la unidad de cada gremio, porque necesitamos la representación
auténtica de un gremio para podemos entender.
No me sorprende que algunos quieran tener un sindicalismo político: un
sindicato socialista, un sindicato radical o conservador. Pero yo sé adón-de van: no a la defensa del gremio, sino a la defensa de los partidos.
He sostenido y sigo sosteniendo que todos los hombres que se ocupan
de un mismo trabajo deben agruparse en un sindicato, porque el sin-dicalismo debe ser gremial y no político ni religioso ni de ninguna otra
naturaleza.
Además, los sindicatos, cuando están unidos, son disciplinados. La disci-plina es un factor fundamental de la fuerza para que los obreros puedan
obtener mayores posibilidades de mejoramiento; siendo disciplinados,
pueden designar dirigentes que realmente los defiendan; dirigentes, no
sabios, sino honrados, porque en esto vale más la honradez que la sa-biduría.
Los dirigentes que deben interpretar a la masa no deben ser indivi-duos con preconceptos o ideologías foráneas que aprovechen a la masa
para poner en evidencia sus propias ideas. Es decir, hombres que pue-dan decirme: “Mi gremio piensa así”, y yo pueda creerles; y no hombres
que me digan: “Mi gremio piensa así”, y yo tenga que empezar a pensar
qué es lo que piensa realmente el gremio.
Los dirigentes deben ser personas serias, que vengan aquí con la misma
sinceridad y lealtad con que nosotros trabajamos; que tengan buenas
intenciones y no aviesos propósitos; que vengan a mostrar, como noso-tros desde hace ocho meses estamos ofreciendo, el corazón a quien lo
quiera ver. “
“En el orden político, por ejemplo, los argentinos entroncamos nues-tra Independencia con la Revolución, que nos presentó unidos. Desde
entonces, marchamos largos años en esa forma, presentando un frente
indestructible ante el enemigo común de nuestras aspiraciones. Pero tan
pronto ese enemigo dejó de estar en presencia y en potencia, los argen-tinos comenzamos a dividirnos: primero, entre los que aspiraban a una u
otra forma de gobierno; después, entre los unitarios.Ése fue sin duda el comienzo de todos nuestros males: la división en
banderías enconadas, que habrían de perpetuarse a través del tiempo y
de la historia; y la acción política posterior fue siempre de disociación.
Ya el pueblo argentino no volvió a sentirse unido, sino que fue un verda-dero campo de lucha entre fracciones políticas por la disputa del poder
y del gobierno. Esa lucha, como todas, fue inspirada por el odio, que es
factor de separación y de destrucción. No se guió por el amor, que es
factor de unidad y construcción.
La acción política ha de ser para amalgamar un pueblo jamás para sepa-rarlo, disociarlo y contribuir así a su propia destrucción interna. La misión
de la política es dar una cultura cívica al pueblo; jamás la de entronizar
como sistema un caciquismo político. Que haya argentinos enemigos de
los argentinos no puede ser sino una aberración del Estado.
La unidad nacional ha de cimentarse en otras anteriores: la de la
familia, la de las profesiones, la de los hombres que conviven, para ter-minar con la del Estado, que es la unidad nacional.
Sin esa unidad, ningún país puede desarrollar en el orden interno o ex-terno tareas constructivas, porque le falla su fuerza motriz original, que
es la que le da la unidad de acción, única fuerza que permite los grandes
esfuerzos y la consecución de los grandes objetivos. “
Sin esa unidad, ningún país puede desarrollar en el orden interno o ex-terno tareas constructivas, porque le falla su fuerza motriz original, que
es la que le da unidad de acción, única fuerza que permite los grandes
esfuerzos y la consecución de los grandes objetivos.”


Atte: SOMOS PERONISMO 

domingo, 4 de diciembre de 2016

ESCRITO DE EVA PERÓN

¿POR QUE SOY PERONISTA? 


"El peronismo no se aprende ni se proclama, se comprende y se siente, ha dicho Perón. 
Por eso es convicción y es fe. Es convicción porque nace y se nutre en el análisis de los hechos, en la razón de sus causas y de sus consecuencias. Tiene el empuje y la dinámica de la historia en marcha. Es la conciencia hecha justicia que reclama la humanidad de nuestros días. Es trabajo, es sacrificio y es amor, amor al prójimo. Es la fe popular hecha partido en torno a una causa de esperanza que faltaba en la Patria y que hoy proclama el pueblo en mil voces distintas en procura de una libertad efectiva nunca alcanzada, a pesar del dolor y del esfuerzo de este glorioso pueblo de descamisados. 
Cómo las mujeres argentinas podrían desertar de esta causa de todos? 
En la lucha todos tenemos un puesto y esta es una lucha abierta por el ser o no ser de la Argentina. Luchamos por la independencia y la soberanía de la Patria, por la dignidad de nuestros hijos y de nuestros padres, por el honor de una bandera y por la felicidad de un pueblo escarnecido y sacrificado en aras de una avaricia y un egoísmo que no nos han traído sino dolores y luchas estériles y destructivas. 
Si el pueblo fuera feliz y la Patria grande, ser peronista sería un derecho; en nuestros días, ser peronista es un deber. Por eso soy peronista. 
Soy peronista, entonces, por conciencia nacional, por procedencia popular, por convicción personal y por apasionada solidaridad y gratitud a mi pueblo, vivificado y actuante otra vez por el renacimiento de sus valores espirituales y la capacidad realizadora de su jefe: el general Perón. Mi dignidad de argentina y mi conciencia de ciudadana se sublevó ante una patria vendida, vilipendiada, mendicante ante los mercaderes del templo de las soberanías y entregada año tras año, gobierno tras gobierno, a los apetitos foráneos del capitalismo sin patria y sin bandera. 
Mi solidaridad con el pueblo, cuya callada epopeya he sentido en mi carne y he sufrido en mi sensibilidad, reafirma mi peronismo. Porque he vivido los problemas del movimiento, su difícil gestación, su desenvolvimiento y la victoria final de la Revolución y porque he pulsado el amor apasionado que el general Perón alienta por su pueblo y por sus vanguardias descamisadas, es que me he convertido en humilde de esta causa del pueblo, un soldado con una fe inquebrantable en el éxito y con un deseo irrefrenable de quemar mi vida para alumbrar el camino de la liberación popular. 
Soy peronista porque veo al general Perón levantarse al amanecer y agotar su salud en interminables jornadas para proveer al bienestar de su pueblo; soy peronista porque gradúo con su fatiga la felicidad de su espíritu por llevar alegría y dignidad a los trabajadores argentinos; soy peronista porque me ha sido concedida la felicidad de compartir sus luchas, de sufrir sus olores de vivir sus alegrías y de alimentar sus esperanzas, en un futuro mejor para todos los que trabajan y para todos los desvalidos, de quienes nadie se acordó hasta que él llamó al pueblo a la realidad de nuestra patria. Soy peronista, en fin, por convicción y por sentimiento, por confianza en la bondad y en los esfuerzos de los descamisados, en esta lucha por la total independencia económica de la Patria, por nuestra completa liberación y por nuestra absoluta y limpia soberanía. 
Este peronismo mío se ha retemplado en la lucha, se alimenta de ella y se afirma en la fe. Tiene la fuerza incontenible de las causas justas. Se ha forjado en la dignificación del trabajo, en la humanización del capital, en la protección al desvalido, en la prodigiosa multiplicación de escuelas y hospitales, en la potencialidad de las fábricas levantadas por la Revolución, en las mejoras al obrero del campo. Este peronismo mío se ha forjado y se afirma en este mismo lenguaje, que uso para definirlo, que es lenguaje de pueblo y que choca y desagrada a los que usan el lenguaje de la mentira coligada. En este mismo lenguaje, como lo hago ahora, seguiré hablando a los descamisados de mi patria desde las columnas de "Democracia". 

Atte: SOMOS PERONISMO 

viernes, 2 de diciembre de 2016

2 DE DICIEMBRE DE 1964 "OPERACIÓN RETORNO"

INTENTO DE PERÓN DE VOLVER A LA PATRIA:


El viaje inicio en el aeropuerto de Barajas y termino en Rio De Janeiro a pedido del presidente Illia, el avión en el que viajaba Perón fue retenido dos horas en Brasil, el ministro de relaciones exteriores brasilero le dió la noticia a Perón de que debía volver a España por orden del presidente de la nación, el General contesto:"Soy pasajero en tránsito y me protege el derecho internacional. Nadie puede esgrimir el derecho a obligarme a descender de este avión, que por otra parte es territorio español", después de que amenazaron con remolcar el avión se vieron obligados a volver por donde vinieron.

Atte: SOMOS PERONISMO

miércoles, 30 de noviembre de 2016

PARTE DE DISCURSO DE PERÓN EN ALMUERZO DE CAMARADERÍA Y MAGISTERIO

VEINTE DE DICIEMBRE DE 1943, "EL ROL DE LA CLASE TRABAJADORA":

 


“El mundo, señores, vive momentos de reestructuración, de profunda
evolución, que solamente los miopes o los simples pueden ignorar en
estos momentos. La clase trabajadora ha pasado a tener una enorme
responsabilidad en el Estado como nunca en otros tiempos ha tenido.
Esa responsabilidad de la clase trabajadora debe llevamos a una pro-funda meditación sobre la acción a desarrollar en el futuro. Si la clase
trabajadora siguiese pensando que no le incumbe a ella reflexionar so-bre los problemas del país, el futuro de nuestra Patria volvería a lo que
fue antes del 4 de junio. La clase trabajadora debe pensar que cada uno
de sus hombres, el más humilde, representa un piñón de ese enorme
engranaje que está constituido por todo el factor humano de nuestro
país, así como cuando en una corona falla uno solo de sus engranajes,
la máquina no marcha con la misma suavidad y potencia que cuando la
corona está íntegramente sana. Cada trabajador debe tener conciencia
de este hecho y reflexionar profundamente en que de su acción y de
su propio pensamiento dependerá no sólo su futuro sino el del país.
Cuando todos los trabajadores piensen de esta manera, nuestra Nación
comenzará por primera vez a ser grande. Hasta ahora la despreocupa-ción de los argentinos es lo que ha permitido el desarrollo de todos los
males de que nosotros mismos nos quejamos. No olvidemos, pues, que
todos tenemos un poco de responsabilidad por el hecho de que esas
cosas hayan sucedido, y si deseamos liberamos de esa responsabilidad
del pasado, debemos pensar en accionar honrada y lealmente en el fu-turo para evitar que el panorama de disociación y de tristeza que todos
anhelamos proscribir en el país no vuelva a presentarse en el futuro. “

Atte: SOMOS PERONISMO