23 de marzo de 1945 : Patriotismo, renacimiento y justicia distributiva.
“Este sentimiento de hermandad que fluye de toda la obra realizada,
esta aproximación real y efectiva entre hombres de todas las latitudes
de nuestro vasto territorio, esta compenetración de las angustias y pro-
blemas recíprocos, esta alegría por las mejoras logradas y apetecidas
por los demás, fundadas en le gran amor a la patria común, construye
para nosotros y para el porvenir una simiente que arraigara con raíces
profundas y ase desarrollara con tallos vigorosos que no será fácil
arrancar en el Futuro. A todos nosotros toca cuidar que no se malogre,
y transpuesto el periodo critico de la posguerra, podremos esperar con
tranquilidad las buenas cosechas que se sucederán hasta la lejanía de
los tiempos.
No exagero cuando afirmo que nos encontramos ante un verdadero
renacimiento nacional. Todo debe germinar, florecer y fructificar.
Necesitamos un renacimiento total de nuestro modo de ser, y al tiempo
que aprovechemos todo lo bueno que construye la nervadura del ca-
rácter de nuestro pueblo y de nuestra raza, debemos hacer un acto de fe en nosotros mismos y un acto de confianza en el futuro esplendor
de nuestra Patria.
Fomentar las artes, las industrias, las bellas letras: impulsar los estu-
dios filosóficos, jurídicos y las mas variadas ramas del saber; moder-
nizar- estilizándola, perfilándola de lo superficial- toda nuestra legisla-
ción; incrementar por todos los medios las fuentes del saber humano,
los institutos de investigación y de enseñanza...
La clase trabajadora debe pensar que cada
uno de sus hombres, el mas humilde, repre-
senta un piñón de ese enorme engranaje que
esta constituido por todo el factor humano de
nuestro país"
Debemos honrar los talentos, el trabajo y los artistas, reverenciar la
magistratura y a las autoridades que se destacan por su saber, por su
virtud por su patriotismo; debemos elevar a los cargos públicos a los
hombres de merito, salidos del pueblo; debemos enseñara los magna-
tes cuales son sus deberes de solidaridad social, porque la cuna dorada
ha dejado de ser un titulo de monopolio para los honores, las influen-
cias y la participación del poder. Debemos ser un ejemplo constante de
amor propio.
Pero que nuestro patriotismo flote purísimo y encendido como un ha -
bito de bendición, patriotismo congénito, inadvertido, indefectible que
actúe sobre nosotros y sobre nuestros ciudadanos y sobre todos los
hombres del mundo con una comunicación emotiva que solo puede
engendrar la sinceridad.
Llevar a vuestras ciudades, a vuestros pueblos, a vuestros lugares;
llevad a las grandes asambleas, a la plaza pública o a la intimidad de
nuestros amigos y de vuestro hogar el deseo fervoroso de que nues-
tra Patria viva días luminosos de su historia, forjados con le esfuerzo
paciente y abnegado de todos sus hijos; llevad el deseo fervoroso de
que ni ricos ni pobres pierdan la fe en el insobornable afán de justicia
distributiva que nos anima y que permite, sin lesionar derechos legíti-
mos, barrer para siempre la miseria y la desigualdad irritante; llevad el
anhelo de que ni un solo habitante de este próvido país deje de prestar
su concurso a la obra de renacimiento moral y material de la Nación,
en la seguridad de que su esfuerzo será recibido y estimado en igual
medida que la lealtad con que lo preste.”
Atte: SOMOS PERONISMO
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